Maria José
Este relato era contado a menudo por Randolf, el padre de Maria José. Yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón más grande para vivir de Randolf, según decía él mismo:
- El día que mi Maria José nació, en verdad no sentí gran alegría porque la decepción que sentía parecía ser mas grande que el gran acontecimiento que representa tener un hijo.
-Yo quería un varón. A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucia pálida y la otra radiante y dormilona.
- En pocos meses me dejé cautivar por la sonrisa de Maria José y por el negro de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura, su carita, su sonrisa y su mirada no se apartaban ni un instante de mi pensamiento, todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacia planes, todo seria para mi Maria José.
Una tarde estábamos mi familia y la de Randolf haciendo un picnic a la orilla de una laguna cerca de casa y la niña entabla una conversación con su papá. Todos escuchábamos.
- Papi, cuando cumpla quince años, ¿Cuál será mi regalo?...
- Pero mi amor, si apenas tienes diez añitos, ¿No te parece que falta mucho para esa fecha?
- Bueno papi, tú siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí.
La conversación se extendía y todos participamos de ella. Al caer el sol regresamos a nuestras casas.
Una mañana me encontré con Randolf frente al colegio donde estudiaba su hija quien ya tenia catorce anos. El hombre se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro. Con gran orgullo me mostró el registro de calificaciones de Maria José, eran notas impresionantes, ninguna bajaba de veinte puntos y los estímulos que les habían escrito sus profesores eran realmente conmovedores.
Felicité al dichoso padre y le invité un café. Maria José ocupaba todo el espacio en casa, en la mente y en el corazón de la familia, especialmente el de su padre.
viernes, 16 de noviembre de 2012
María José
12:10
Unknown
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