Soy pirata y navego en los mares,
donde todos respetan mi voz;
soy feliz entre tantos pesares
y no tengo más leyes que Dios,
y no tengo más leyes que Dios,
viva la mar, viva la mar.
A la luz de la pálida luna
en un barco pirata nací;
a bogar fue la voz que en mi cuna
escuchando a mi madre aprendí,
viva la mar, viva la mar.
Cuando niño a rezar me ponía
y mi madre empezaba a cantar,
era tanta mi dulce alegría
que no hallaba más dicha que el mar
que no hallaba más dicha que el mar
viva la mar, viva la mar.
De la guerra los crueles horrores
en silencio me hacía contemplar
cuantas veces me dijo no llores,
los piratas no saben llorar,
los piratas no saben llorar,
viva la mar, viva la mar.
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